Amor y Tolerancia

Para perdonar, sanar y amar recuerda tres cosas inmediatamente que sientas la emoción negativa… o mas bien, desde antes. Grábalo en tu mente y en tu corazón, el ser que te enoja, te molesta o te hace mal:

1. Padece lo mismo que tu: inconsciencia, egoísmo o desamor. Por eso ambos están en el samsara. Todas las almas en este mundo se juntan por que tienen materias en común que aprender. Cada persona puede actuar solamente a la altura de su desarrollo espiritual. Nadie es mas ni menos que otro, tu y las personas a tu alrededor se relacionan por una razón de orden superior: Que se ayuden mutuamente a crecer (aún cuando se provocan daño por inconsciencia), hay que extraer aprendizaje de todo



2. Te está reflejando. Esa persona te está devolviendo lo que en algún momento hiciste. Lo malo que le ves esconde lo que debes transmutar en ti mismo. Siempre lo encontrarás en diferentes personas, dejarás de atraerlo cuando te des cuenta de aquello que detona tu parte reactiva, inconsciente, y lo modifiques, cambiando tu forma de ver, sentir y responder ante eso. Si encuentras dificultad para darte cuenta de ello y justificas tus reacciones, seguramente estás evitando confrontar alguna herida del alma.
   
   Se dice que la mitad de la vida nos la pasamos construyendo una máscara y la otra mitad defendiéndola, pero eso es pérdida de tiempo, solo lleva a la enfermedad y a la muerte, nos quita la posibilidad de ser felices. Reconocer la parte oscura es mas sencillo que vivir en el rebuscamiento, hay que aceptarla para luego trasciéndela con la parte luminosa del ser.



3. Es tu Ángel, gracias a su presencia y a las circunstancias que propicia, tienes la oportunidad de optar por dos caminos, uno te ofrece la libertad y el otro te ofrece el cautiverio: el primero es el PERDON y el segundo es el AFERRAMIENTO al dolor, porque insistir en el camino que ya sabes es masoquismo.
   
   En tu interior está la única riqueza que te vas a llevar. ¿Te gustaría llegar al final de tus días como un magnate? Simplemente debes vaciarte de negatividad, solo permite en tu interior el AMOR. Para ayudarte a lograrlo se te presentan esos mensajeros incómodos, con ellos puedes practicar la tolerancia y aprender que los demás tienen derecho, al igual que tu, a existir, sea cual sea su nivel de consciencia.
   
   Piensa cuantas veces habrás sido igual que ellos, por qué tienes el mismo nivel vibratorio (por eso los atraes) y que te están enseñando. En ciertos aspectos ellos también tienen algo que a ti te falta comprender. Cuando los comprendas y los liberes dejarán de molestarte, cuando ya nada de lo que digan o hagan te impaciente o irrite, porque ves en ellos la esencia divina que habita en ti.
   
   De manera mágica desaparecerán de tu vida, cuando los ames, porque tu frecuencia vibratoria habrá cambiado. Puede ser que tu mismo desarrollo los influya y les ayude a cambiar de actitud, eso sería una prueba de tu nuevo poder de transmutación. Actúa a consciencia y nada mas, sin importarte como te juzguen, tu sabes que te estás elevando y eso es lo que vale.

Dale la bienvenida a las circunstancias y a las personas que te incomodan. Todo ello es la Vida que te quiere decir algo.

Tu mayor dificultad te indica el camino de superación, el único enemigo está en tus propios pensamientos, en tus imágenes mentales equivocadas, en tus creencias. Nadie vino al mundo a sufrir, sino a transformarse. Recuerda que el dolor solo sirve si te ha llevado a comprender y a ser mejor, a doblegar el ego y la arrogancia, pero no es estrictamente necesario.

A nadie eches la culpa de lo que te pasa, deja de creerte víctima y responsabilízate de tu vida. Este es un entramado de causas y efectos, tu alma se dirige a la maestría en el manejo de esa ley llamada Karma.

Quien agrede la vida, quien viola principios universales, lo hace por ignorancia, pues no sabe que todo se regresa. Ningún poder divino lo va a castigar (eso es invento de los mete miedos) simplemente tendrá que afrontar la consecuencia de sus actos. Eso puede ocurrir en cualquier momento de su continuo mental, en este mismo ciclo, o si el tiempo se le acaba, será en otro.

Esa es la razón del porque los destinos humanos parecen caprichosos desde el nacimiento, unos nacen en condiciones favorables y otros terribles. Nada es casual, todo es de acuerdo al cómputo cósmico de las acciones, los méritos, las deudas, las necesidades de aprendizaje, el nivel evolutivo alcanzado por cada alma etc.

Nadie te puede colocar "arriba" o "abajo", te colocas con sus actos (mentales, físicos y verbales) en donde encuentras resonancia. Cada alma que nace en este plano viene con una creencia sobre el lugar que merece, por eso y por ley de afinidad nace en la familia y el ambiente que le corresponde.

Si aún pones como prioridad en tu vida cualquier meta mundana, si crees que ahí está la felicidad, eres libre de dar las vueltas que quieras, una y otra vez en la rueda de sufrimiento.
Pero si al fin vislumbras que hay una salida definitiva, si quieres regresar al hogar celestial, tomar tu lugar como "ciudadano del cosmos", sigue esa Luz en tu interior.

Empodérate, libérate de los juegos absurdos de los hombres. Eso no quiere decir que te aísles o dejes de trabajar ni mucho menos. Quiere decir que ante los hechos tomes una nueva actitud. Nadie ni nada tiene poder sobre tu libre albedrío.

Solo tu decides como sentirte, que ver, que hacer y que decir. Eres dueño de tu respuesta y de tu sentir. ¡Maravillosa noticia!.

La próxima vez que te enfrentes a alguien o a algo que parezca venir a perturbarte, que contradiga tu santa voluntad, olvídate de tener la razón. Recuerda que el único propósito es que cultives PAZ en tu interior, aún en medio del caos, y eso solo te lo puede dar el Perdón, la Gratitud y el Amor.

Así como te acostumbraste a quejarte, a defenderte, a competir, a juzgar a los demás, a enfermarte, a ver todo difícil etc. ahora acostúmbrate a algo que te va a liberar, que te permitirá respirar la paz y sonreir:
Acostumbra decir, internamente o externamente: "Lo siento, gracias por la enseñanza, te Amo". Recupera la pureza de tu corazón, a eso has venido, recuérdalo. Gracias.