EL HIEROFANTE
El principio de contraste entre una clave y la anterior se hace presente, la vestimenta del Emperador es una armadura, gobierna los asuntos externos; el Hierofante en cambio lleva una vestimenta sacerdotal, su oficio es pacífico: instruir.
La figura del Padre o Papa es representativa de intermediación, se supone que es el portador del mensaje de Dios en la Tierra. En el mundo antiguo era también el jerarca que enseñaba a su familia la religión, y transmitía sus conocimientos en general a las nuevas generaciones.
En hebreo la palabra "Ab" es "Padre" (Dios), y la palabra "Ben" es "Hijo" (humanidad), juntos conforman el sustantivo "ehben" que quiere decir "Piedra" (de ahí Pedro)
En donde quiera que aparezca la piedra como materirial del templo o del trono, se refiere a la unión del Dios y el Hombre, a la manifestación de la Fuerza de Vida Universal como alma humana. Adicionalmente la piedra es gris, resultado de mezclar blanco y negro o colores complementarios (como el rojo naranja con el azul verde), por tanto es símbolo de unidad de fuerzas opuestas y equilibrio, Espíritu y Materia reconciliados.
Las columnas tienen capiteles con adornos que asemejan órganos sexuales internos femeninos y una letra U, correspondiente a Vav, simbolizan la ley de generación o reproducción. Los adornos laterales del asiento son símbolos de Tauro.
La piedra tallada en la clave 5 contrasta con el cubo de la 4, así como el asiento de la Emperatriz contrasta con el trono cúbico de la Sacerdotisa. Note que la clave 5 es Tauro y la 3 es Venus, y en ambas la piedra está trabajada estéticamente.
La piedra es la materia que se trabaja en la Gran Obra, la conciencia humana que se va refinando y unificando a la mente divina. Adopta formas distintas según la esfera en que se trabaja. En la Sacerdotisa (clave 2, subconciencia) es el cubo, la memoria y matemática del universo, el orden oculto; en la Emperatriz (clave 3, imaginación creadora) es el banco ornamentado, las ideas fértiles, las combinaciones de imágenes, los arreglos armoniosos de la forma que se quiere ver manifestada.
En el Emperador (clave 4, la razón) es nuevamente el cubo, el orden establecido desde la mente consciente en las cosas externas, el sistema para concretar lo imaginado. En el Hierofante (clave 5, intuición) es el trono tallado, un estado refinado de la mente, el asiento y el templo de la sabiduría, que resulta de pasar por el proceso creativo en el que hay que razonar.
El Emperador está al aire libre, esto hace énfasis en que la razón objetiva se encarga de asuntos terrenos. El Hierofante, al igual que la Sacerdotisa, está en el interior de un templo, significa que la intuición y la memoria se activan dentro de su mente y su vehículo físico.
El Emperador es la razón objetiva en relación con el mundo externo, el Hierofante es la verdad en su corazón. Ambos son la razón, una en lo mundano y otra en lo espiritual.
La vestidura interior del Hierofante es blanca para simbolizar iluminación, encima de ésta se distingue un faldón azul, que se asoma por abajo, es como el manto de la Sacerdotisa. La intuición es conocimiento profundo de lo guardado en la memoria universal.
Revelación Interna
La oreja visible del Hierofante nos recuerda, al igual que el ojo del Emperador, que lo revelado por la Intuición es una verdad única, percibida subjetivamente, pero la ley universal que expone es objetiva. La verdad de su mensaje soporta todas las pruebas, morales, racionales, matemáticas, físicas etc.
Por esa razón la verdad es comparable con el oro, que resiste la acción del fuego, se funde, es dúctil, pero su composición permanece pura, inalterable, inoxidable. Así las verdades eternas son aplicables a la solución de muchos casos, resisten las pruebas de fuego, siempre están vigentes, siempre funcionan.
Para escuchar la Voz o percibirla como visión o entendimiento, es necesario cultivar la paz interior, saber guardar silencio. La Voz nunca grita, ni interrumpe ni se impone, si su mente está ocupada con el murmurar cotidiano la va a respetar, hasta que quiera calmarse y guardar silencio, solo entonces hablará muy quedo.
Las voces entrometidas, telepáticas, son legión, la Voz del padre es una sola e inconfundible. Ya hemos comentado que algunas voces lisonjean, demandan obediencia, van en contra de principios éticos, o en el mejor de los casos tienen buena intención pero están lejos de ser sabias.
El pensamiento propio tampoco es la Voz, la subconciencia es capaz de elaborar ideas semilla que devuelve como otras ideas, pero la intuición genuina es mas que eso, ella expone algún principio universal relacionado con la solución de algún problema que se está presente en su vida.
Conviene obedecer la instrucción del Padre, lo que descubre es para aplicarlo, convertirlo en acción, solo así se alcanza el éxito porque la sabiduría proviene del asiento mismo de la Fuerza de Vida, que conoce todo aspecto de su creación.
Esa obediencia a lo superior requiere humildad, generalmente el ser humano está inmerso en el "yo y mis asuntos", siempre está hablando de su propia grandeza o pequeñez, de su punto de vista, de sus logros, de sus aflicciones y alegrías, o critica la vida de otros, al sistema, a la autoridad, al personaje de moda etc. En una mente llena de banalidades hay mucho ruido, es imposible pretender que haya intuición.
Una práctica preliminar para escuchar la Voz - recomendable a todo estudiante de ocultismo - es suprimir tanto como sea posible el pronombre "yo" al hablar. Si fuera un concurso tal vez perdería con facilidad.
Este experimento nada tiene que ver con auto minimizarse, usted sabe que a su personalidad debe darle un justo valor como vehículo de la Vida Poder; el objetivo aquí es hacerse a un lado conscientemente para escuchar a los demás, dejar de hablar tanto de si mismo y comprender a su propio reflejo, porque ellos son usted en muchos aspectos.
Experimente el ser un escucha humilde y atento, sin afán de imponer sus puntos de vista, ni condenar, ni juzgar, incluso sea compasivo y tolerante. Antes de escuchar alguna clase, por ejemplo, adopte una actitud abierta y libre de prejuicios, como la de un niño, aunque después decida si la información es razonable aceptarla. La receptividad, la atención y el silencio son requisitos para acceder a la instrucción del Yo Interno.
Quienes presumen de tener guía superior de otras dimensiones, de escuchar voces de ángeles, de ver maravillas con su tercer ojo, de sus hazañas mágicas-cómico-musicales; quienes cansan a la gente con sus revelaciones místicas, hablan u ordenan en nombre de Dios (con quien platican supuestamente), cuentan sus aventuras astrales y sueños proféticos, o dicen haber tenido la revelación de la verdad última… generalmente buscan adulación o están afectados.
Los que en verdad han desarrollado sus facultades intuitivas, sean auditivas, visuales o como una sensación que los jala hacia lo correcto, no lo dicen a menos que sea útil realmente. El reconocimiento y la admiración es lo que menos les interesa.
¿Cómo puede una persona habladora tener oído interno? Algunos ni si quiera saben escuchar a sus semejantes, los interrumpen, no les prestan atención, solo les importa lo que ellos mismos piensan… Su mente está tan ruidosa, o son tan sabihondos (con juicios preconcebidos) que ya nada ni nadie puede venir a enseñarles.
En esos casos ¿Que les va a decir la mente divina? El que no sabe usar sus oídos físicos para poner atención ordinariamente, mucho menos sabrá usar su oído interno para escuchar extraordinariamente.
Serénese y Escuche
Maestros como Lao Tsé han dicho que la intuición siempre tiene un mensaje oportuno, algo que tiene que ver siempre con un objetivo claro. Abordar un problema presente de la índole que sea, ya sea un reto intelectual o algo mas práctico, le obliga a ejercitar su inteligencia. Atención, rememoración, imaginación y razonamiento llevan a la intuición.
Seguir un plan en donde lo primero es definir el problema, luego investigar lo necesario, recabar información, permitir a la subconciencia hacer las conexiones y recuerdos, imaginar soluciones, razonar y poner en orden los hechos; inevitablemente despierta la intuición, llega un momento en que su mente consciente cesa de esforzarse y comienza a percibir la realidad superconsciente.
La guía divina está a su alcance, puede confiar en ella para cualquier asunto, en cualquier momento. Hasta las cosas pequeñas pueden ser la oportunidad para adentrarse en su templo y pedir instrucción al Yo superior, solo tiene que hacer lo siguiente:
- Ver que el Padre/Madre está en el centro de su ser, dar crédito a que eso es posible y real, que la Fuerza de Vida Universal se centra en su corazón, que es su vida misma, que es uno con ella. Por tanto la sabiduría de Dios está mas accesible de lo que cree. El/Ella le habla si usted le presta atención.
- Meditar con la intención deliberada de recibir su instrucción. Siéntese en completa clama, ponga en manos de Dios su problema actual y guarde silencio, escuche su corazón, con humildad y confianza, sin esfuerzo, sin exigencias ni presiones, sea lo que sea está bien.
- Observar la respuesta recibida, como se haya dado, hacer consciente el contenido o la idea que surgió, la intención que provocó, el sentir que generó. Estudie el mensaje ¿Es la Voz que revela algún principio aplicable a sus situación presente? Distinga si es la sabiduría del Padre o alguna intromisión mental, ya hemos explicado como.
- Aplicar lo recibido, hacer caso de la instrucción. Nunca será obligado a obedecer, la Voz no manda ni se impone, pero si usted ya se dio cuenta de algo, es imposible seguir sin actuar en consecuencia. Si alguien ve de pronto que se dirige a un abismo lo normal es que se detenga y cambie de rumbo. La Intuición genuina es Inteligencia infalible.
Si parece que la Voz nada le dice, aunque ponga todo su fervor en escucharla, es por que se está esforzando demasiado en escucharla, solo relájese y practique. La ansiedad, la prisa y las altas expectativas son enemigas de la intuición.
El único esfuerzo requerido es el de su mente autoconsciente, para emprender una tarea o resolver un problema sistemáticamente. Divídalo en partes, haga su plan, ejecute las tareas menores una a una con inteligencia. Luego medite, contemple en silencio lo que ha razonado, los avances, véase desde afuera, la Voz hablará en ese momento o cuando sea oportuno. Agradezca la guía a su Gurú interno.
Devoción
La "piedra" sobre la cual se edificaría la iglesia cristiana era Simón o Pedro, según la Biblia, quien era también llamado "Barjona", nombre que se compone del arameo "Bar" , equivalente en hebreo a "Ben" , "Hijo"; y por otra parte el sustantivo "jonáh" que significa "Paloma".
Entonces Simeón (oir) era hijo del Espíritu Santo (la paloma). La intuición nace del vínculo entre el Padre y el Hijo. El Espíritu Santo es esa Fuerza de Vida Universal que desciende sobre el iniciado, es el amor y la presencia de Dios en su corazón, el fuego sagrado de los alquimistas, la devoción.
Muchos operan magia sin haber recibido interiormente ese bautismo espiritual, solo habiendo conocido el bautismo del agua o mental, pero no se avocan a la transmutación definitiva en oro. Su consciencia no alcanza la exaltación necesaria - que da el fuego - para conocer mas allá de lo astral (Yesod), si a caso llegarán a una intensa emoción asociada con Netzach, por la cercanía con las fuerzas meta físicas de la naturaleza, aunque con ello corren serios peligros, pueden enloquecer y degradarse en malos manejos.
La paloma también es ave representativa de Venus, la belleza, la paz, la armonía. Observe que la vestidura externa del Hierofante está atada por una luna, a la altura del cuello (centro de Venus, Tauro). La vestidura es rojo-naranja, color asociado a Tauro, también a Marte (por el rojo) y al Sol (naranja).
Los bordes de la túnica, atados por la luna, son color azul verdoso, que en la escala del Tarot se asocia con la clave 13. Recordará que Escorpio rige los órganos sexuales. Todo esto sugiere que la luna exaltada en Tauro ata las cualidades necesarias en el adepto para recibir instrucción superior.
Estas cualidades son el control de la corriente de energía sexual, el uso de la imaginación creadora y el manejo especial de las vibraciones sonoras de la garganta, para formar la vestidura gloriosa del ser triunfante y eterno.
Desarrolle esta idea conscientemente, trate de razonarla por usted mismo, medite sobre las claves cuyas letras forman la palabra "ehben" (piedra):
Anote el resultado de su meditación en su diario oculto, cuando lleguemos a la clave 13 volverá a revisar lo que escribió y expandirá su conocimiento. Usted que ha seguido el curso cuenta ya con material suficiente para descubrir un mensaje especial que estas claves, y la clave 5, le quieren decir. Se relaciona con su propia transformación para llegar a ser un adepto, con oído interno desarrollado. La diferencia entre un adepto y un hombre común es que el primero sabe utilizar lo que el segundo desperdicia. Tome en cuenta que en hebreo se lee de derecha a izquierda.
Los 4 Mundos
Observe que en la clave 5 del Tarot hay cruces como estas: , se encuentran en el suelo, en las guardas de las llaves, en las manos y en los pies del Hierofante. Recordemos que la cruz es la forma antigua de la letra hebrea Tav , que vale 400. Entonces si tenemos 10 cruces, 10 x 400 = 4000, número del TODO y la perfección, veamos porqué.
Siempre que encuentre el simbolismo de los 40 ladrones (en los cuentos esotéricos hindúes), los 40 días y 40 noches, el número 4000 o cualquier referencia al 4 multiplicado por decenas, centenas o millares, están hablando de los 4 Árboles de la Vida que estudia la kabalah.
La realidad es una sola, pero la Kabalah divide los niveles de manifestación en 4 mundos para fines didácticos, y son los siguientes:
- Atzilut Representado en la clave 5 por el ornamento en la punta de la corona y el círculo en la punta del báculo, es el mundo Arquetípico, nobleza y espiritualidad, elemento fuego, en donde tiene su raíz todo, es la luz antes de toda forma, el impulso o voluntad primaria.
- Briah Representado por la segunda fila de ornamentos en la corona, en orden descendente, y la barra horizontal menor del báculo; es el mundo Mental, elemento agua, plano de la abstracción, los pensamientos y las emociones.
- Yetzirah La tercera fila de ornamentos y la barra de en medio son el mundo Formativo o astral, elemento aire, ahí se proyectan los moldes de la forma como visiones a todo color, es como una incubadora de materia.
- Assiah La fila inferior de la corona y la barra mas larga en el báculo son el mundo de la Materia también conocido como Olám o Velo, mundo del Hacer, su elemento es tierra. En él se condensa la energía en formas densas, perceptibles con los cinco sentidos, es el plano de la naturaleza.
Ahora bien, una cruz dentro de un círculo es un símbolo muy especial, el círculo es la serpiente mordiéndose la cola, signo de vida eterna, y la cruz de brazos iguales es Tipharet, llamado también el "Rostro Menor" o el Hijo, por el equilibrio perfecto y el orden de su diseño. Ya vimos que Tipharet es el centro de equilibrio del Árbol, Kjokmah es el "Rostro Mayor" o Padre.
En otras palabras el círculo con la cruz es el Adeptado a nivel crístico, un alto grado de evolución consciente y unidad con Dios, incluyendo el dominio de la Fuerza de Vida Universal y la disolución.
Se dice que la Sabiduría del Padre (Kjokmah) es en donde se asienta la Fuerza de Vida Universal, en forma de preceptos. A este respecto repase por favor el enunciado del Arquetipo Maestro que lleva por número el 2 y corresponde precisamente al segundo sephiráh.
Puesto que la clave 5 muestra a un Papa, una figura patriarcal en su función de instructor, se relaciona con el dicho sephiráh, Chokmah o Kjokmáh.
La corona del Hierofante es símbolo del huevo cósmico que encierra todas las potencias del universo, gesta toda forma posible de manifestación orgánica o inorgánica. El báculo como tal se relaciona con la fuerza masculina, y con la columna derecha del Árbol de la Vida, en donde está Kjokmah, también llamado Padre. El báculo y la corona son el dominio del poder de vida en todos sus niveles de manifestación.
Las cruces en las manos del Hierofante hacen alusión al Lamen (arma mágica de Tipharet) y al emblema de los Rosacruces. Se parecen mas al la cruz del calvario, aunque esta última debería ser con la pata el doble de largo que los brazos, según la tradición original.
En general la cruz con el brazo inferior mas largo que los otros es un símbolo cristiano, que indica el camino de la crucifixión o iniciación por el dolor consciente, el sacrificio por amor y con un propósito superior que pocos entienden.
Tipharet, si bien es un niño para las esferas superiores en el Árbol (el inicio del adeptado mayor) y un dios o semidios para las esferas inferiores (un maestro elevado), en su propia esfera se ve como un Rey, que incluso está dispuesto a dar la vida para que su reino florezca, por amor.
Si algo ha de servir para transmutar las mentes y sacarlas de su ignorancia, si algo ha de conmover el corazón de la humanidad para que despierte de la muerte (el letargo de la noche psíquica), no importa lo que haya que hacer. Ese es el nivel de consciencia y de amor del iniciado en Tipharet, ahí reside su jerarquía de rey verdadero.
Desde un punto de vista kabalístico, en Tipharet la energía divina se "sacrifica" o se transmuta en algo mas denso, mas asequible a la comprensión humana. La encarnación de un cristo para entregar su vida a fin de redimir a sus hermanos, simbólicamente es la vibración elevada que toma forma en conceptos, parábolas y ejemplos entendibles para la vida terrestre.
Cerramos esta lección observando la importancia del sonido, representado por las llaves en la parte inferior de la carta, cuyas guardas son como campanas una es de oro (se dice que es la llave del cielo) y otra de plata (la llave del infierno).
La llave de oro se relaciona con el Sol, lo consciente, lo activo, la luz y la sabiduría. La de plata se relaciona la luna, lo pasivo, reflectivo, subconsciente y oculto. Se le dice tradicionalmente la llave del infierno porque Hécate era una diosa lunar que gobernaba los cruces de caminos y el inframundo; era como una sacerdotisa pero oscura, es decir, la subconciencia sembrada de errores que se traducen como inconsciencia, limitaciones, bloqueos, perturbaciones, miedos etc.
Finalmente, las bandas cuadriculadas en el piso de la clave 5 significan orden y regularidad, día y noche, ritmo y periodicidad, atributos de la subconciencia que forman parte de la base que sostiene al Hierofante, pues la intuición revela formas de operar de la naturaleza. Las orejas de tela amarilla que salen por detrás de la cabeza del Hierofante tienen el propósito de llamar la atención sobre los órganos auditivos, ya sabemos por qué. Gracias.
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