La energía divina, masculina y femenina, se canaliza hacia nuestras vidas a través de los padres. Son vehículos de la Luz en favor de nuestra propia evolución. Son almas que hicieron un pacto con nosotros para compartir una historia, dieron todo lo necesario, como tenía que ser, de acuerdo a nuestras necesidades de aprendizaje y limpieza kármica.
Desatarlos de nuestras propias memorias negativas, reconocerlos en su esencia espiritual, lumimnosa y pura, perdonarlos y perdonarnos por haberlos causado en nuestras vidas, con toda su imperfección (que refleja la nuestra); es liberarnos de cualquier dolor relacionado con ellos, es reconciliar ambas fuerzas en nuestro interior.
Honrar a nuestro padre y a nuestra madre por haberse prestado a la representación, es un paso importante en nuestra propia sanación, pero mas importante aún es reconocer a Dios a través de ellos, reconocer y agradecer la ayuda, la oportunidad de trabajar con nosotros mismos, de liberarnos, de vivir la paz que da la gratitud y el perdón. Absolvedlos de toda culpa, nadie es culpable, solo hay ignorancia que cede ante la luz.
lunes, 20 de agosto de 2012
Sanación con la Madre
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Lindo video. Gracias.
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