Pintar sus Propias Claves de Tarot

Las claves del Tarot son un instrumento muy valioso para su desarrollo espiritual, a estas alturas ya se habrá dado cuenta de que le ayudan en su proceso de liberación. Al adquirirlas como parte de su material de estudio las encuentra en blanco y negro por una razón importante, y aún así tienen un efecto poderoso en su mente y en su vida.

Le recordamos que lo conveniente es comenzar el curso desde "Siete Pasos en Ocultismo Práctico" en las primeras entradas del blog, luego las lecciones de "Introducción al Tarot" y posteriormente las que estamos por publicar: "Fundamentos del Tarot".

Este último libro no es el final del aprendizaje, en realidad el Tarot y la Kabalah hacen vida con el estudiante, a lo largo de un camino iniciático trascendental.

El plan de estudios diseñado por BOTA, escuela emparentada con la "Orden Hermética de la Aurora Dorada", comprende la práctica de colorear sus cartas, para que usted imprima cada detalle de las imágenes en sus células cerebrales.

De esta manera el Tarot se compenetra con su psique, llega a formar parte de sus recursos mentales, puede evocarlo para activar sus poderes y mover energía. Todo esto es tan real como la física.

La atención y la actitud que aplique en esta actividad es fundamental, considere que está provocando cambios importantes en su interior y en su exterior.

Ver sus cartas a color, después de haberlas estudiado y visualizado en blanco y negro, impacta profundamente a su cerebro, a su subconciencia y a su conciencia, dando paso a experiencias, sueños, ideas, revelaciones intuitivas y "coincidencias" nada casuales.

Podrá seguir las instrucciones para colorear sus cartas a su debido tiempo, verá que primero debe estudiar la primera parte de cada lección. Llegado el momento, trate de hacer que su práctica de pintar las cartas sea un ritual sagrado, libre de interrupciones. Conforme pinte, trate de retener conscientemente cada detalle de la pintura y su significado.

Al principio se le recomienda que use lápices de color de los mas finos que encuentre, y que sus cartas estén impresas en el mejor papel que pueda conseguir, ni muy delgado ni muy rígido (de 100 a 180 gr x m2), con buen nivel de blancura y textura apropiada para el tipo de pigmento.

Aplicar los colores según el orden indicado en las instrucciones es lo mejor, principalmente cuando se trate de usar acuarelas, porque algunos son expansivos y difíciles de tapar cuando hay algún error. Al color carne puede añadirle toques muy suaves de rojo para crear rubor.

Solo si tiene habilidades artísticas desarrolladas, atrévase a jugar con tonalidades y claroscuros para dar volumen, pero sin cambiar el tono básico que debe tener cada elemento, y sin inventar cosas que no van (sombras en el piso, efectos de luz extraños… en fin). Lo que va rojo es rojo, lo que va azul es azul, todo sencillo.

El estado emocional con que pinte sus cartas quedará grabado en ellas, procure elevarlo con incienso, gemas de alta vibración (cuarzo rosa o cristal, amatista violeta por ej.), flores claras, el sonido de una fuente, un baño previo de infusión de hierbas para el equilibrio emocional (menta, limón y naranjo por ej.), música clásica agradable o la que ayude a concentrarse, incluso el silencio.

Recomendamos leer completamente las instrucciones de coloreado antes de poner un lápiz sobre el papel, identificar las partes que van de cada color e imaginarse como quedará. Si tiene dudas con gusto las aclaramos, de preferencia en los comentarios, para que sea pública la explicación.

Finalmente hay que destacar que su juego de cartas es algo muy personal, sin ánimos de ser egoístas, protéjalas de que se impregnen de otras vibraciones distintas a las suyas. Nada de andar exhibiéndolas o prestándolas, si a caso podrían tocarlas sus hijos directos, o su madre genética, pero mejor consérvelas como algo íntimo, son parte de usted. También podría mostrarlas entre compañeros de estudio del Tarot.

Tan pronto como sea posible estará lista la primera lección, de esta parte del curso. Gracias por su paciencia.